¿A cuál iglesia local pertenece tu influencer favorito?

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Tomado de TGC.
Déjame contarte una historia real.

Pablo (nombre ficticio) es un influencer cristiano relativamente joven con decenas de miles de seguidores en redes sociales. Incluso escribió libros publicados por editoriales grandes y aparece regularmente en distintos podcasts. Pero, aunque puede tener muchas fotos predicando en diferentes congresos e iglesias, parece que nadie en Internet sabe en cuál iglesia local se congrega.

No obstante, resulta que por mi trabajo en distintos ministerios cristianos conozco al pastor de una iglesia donde Pablo se congregó por un tiempo. Así que para saber más sobre él y si es confiable, le pregunto al pastor sobre este influencer.

La respuesta del pastor es que Pablo hizo daño a algunas personas de su iglesia y dejó un mal testimonio, pues caminaba entre ellos con arrogancia y falta de integridad. Aunque el pastor quería lo mejor para Pablo y trató de discipularlo, los líderes de la iglesia no pudieron evitar sentir alivio de que ya no esté en su iglesia debido a que era muy problemático.

Una caída esperando suceder
Esta historia es más común de lo que puedo relatar aquí. Especialmente cuando se trata de influencers conocidos por hablar mucho de temas controversiales o publicar contenido sin parar.

Esto es lamentable porque ningún creyente puede caminar en el diseño de Dios para su vida ni crecer espiritualmente desconectado de una iglesia local, como explico aquí (y no, tener popularidad o conocimiento no significa crecer espiritualmente).

Ningún creyente puede caminar en el diseño de Dios para su vida ni crecer espiritualmente desconectado de una iglesia local

Pero también es lamentable porque un «llanero solitario» que sirve en Internet, pero no en el mundo real, que tiene mucha influencia en redes sociales, pero poca humildad para comprometerse con una iglesia local y sujetarse a ella, es prácticamente una caída esperando suceder y que sin duda dejaría muchos daños colaterales entre sus seguidores y dañaría la reputación de la iglesia de Jesucristo.

Lo he visto tantas veces como para callar al respecto.

El influencer sin iglesia
El influencer suele irse de la iglesia porque piensa que ya lo sabe todo y menosprecia la enseñanza pastoral, o porque siente que sujetarse a una congregación y a sus pastores no lo deja desarrollarse como quisiera, porque no tiene interés de rendir cuentas o porque siente que «allí no es valorado»: en resumen, quería liderar rápido y por eso le resultó más atractivo marcharse para enfocarse solo en una plataforma en Internet.

En otras ocasiones, fue expulsado de la membresía o se fue para huir de la disciplina producto de fallas morales o teológicas. Otras veces terminó yéndose porque sus pastores y la iglesia se dieron cuenta de que era un falso maestro (o uno en potencia) y decidieron no darle —al menos por un tiempo— un espacio para su enseñanza.

Como escribí antes en otro artículo, todo esto no impide que podamos agradecer a Dios por tantos influencers cristianos que son de edificación para muchas personas, algunos a quienes tengo el privilegio de llamar amigos. ¡Es emocionante lo que Dios está haciendo en nuestros días!

Pero usar las redes sociales con sabiduría implica que debemos tener discernimiento.

Seamos sabios y prudentes
Esto me lleva a la gran pregunta que quiero hacerte al respecto: ¿Sabes cuál es la iglesia en donde es miembro tu influencer cristiano favorito?

No me refiero a la iglesia a la que asiste de vez en cuando o donde lo invitan a enseñar, sino a la congregación a la que pertenece. En otras palabras, ¿quiénes son sus pastores y cuál es la comunidad de creyentes que confirma su llamado de enseñar a otros? ¿Quiénes son los cristianos que pueden decir «conozco de cerca a Fulano porque va a mi iglesia y es una persona que ama a Dios y camina en integridad»?

Para ser más claro aún, y a riesgo de sonar redundante, no estoy hablando de qué otros pastores lo conocen por haber compartido eventos y contactos, por el número de libros que tiene y con cuáles editoriales, por quiénes lo han entrevistado en medios o a cuáles conferencias va y con quiénes se codea en las redes sociales.

Tu influencer cristiano favorito podrá publicar cosas edificantes, pero algo puede estar mal si parece que nadie sabe a cuál iglesia pertenece

Todo eso podría dar la impresión de credibilidad con facilidad y en el mundo cristiano —incluso en círculos de «sana doctrina»— a veces pesa más la fama que la integridad. Los creyentes a menudo nos apresuramos a elevar a gente dotada y popular, y no siempre nos preocupamos por conocer si una persona tiene buen testimonio probado en su iglesia antes de invitarlo a un evento, podcast o lo que sea. Necesitamos cultivar la prudencia y sabiduría en este asunto.

Cuando caminas en la luz…
Lo que acabo de señalar va de la mano con otras preguntas: el influencer cristiano, ¿es abierto para responder a las personas que le preguntan dónde se congrega? ¿Tiene publicado a cuál iglesia local pertenece? ¿Es algo fácil de saber entre sus publicaciones o su sitio web?

Si la respuesta a estas preguntas es no, mi consejo, luego de casi una década sirviendo con distintas organizaciones cristianas con amplio alcance y conociendo así muchas historias como la de Pablo, es que tengas mucho cuidado. Procura tener todavía más discernimiento. Es probable que estés contribuyendo al ego y la plataforma de un falso maestro en desarrollo o de alguien a quien Dios no llamó ni tampoco respalda.

Si no hay una comunidad de creyentes que pueda decir «conocemos de cerca a esta persona, él es uno de nosotros y creemos en su llamado y testimonio cristiano», ¿por qué deberías tener a ese influencer entre las personas a quienes más escuchas? Recuerda que tu atención es limitada y que existen voces más confiables para escuchar. Sé un mejor mayordomo de tu atención.

De nuevo, demos gracias al Señor por tantas voces edificantes en nuestros días. Ellas son un regalo y una muestra de la bondad de Dios (cp. Stg 1:17). Pero no descuidemos el llamado que la Palabra nos hace a crecer en discernimiento.

Tu influencer cristiano favorito podrá publicar cosas edificantes, pero algo puede estar mal debajo de las apariencias si parece que nadie sabe a cuál iglesia pertenece y si él no es capaz de decirlo sin rodeos. Cuando caminas en la luz en respuesta al evangelio, no tienes problema con que otros sepan dónde y con quiénes lo haces.

Tomas Barrios